A diferencia de los torneos de Roma, Stuttgart y Madrid, que han indicado que invitarán a la rusa, el Grand Slam de tierra batida lo considera contrario a su política antidopaje.
“No podemos invertir un millón y medio de euros en la lucha contra el dopaje” y luego invitar a una jugadora sancionada por el consumo de un producto prohibido, señaló Giudicelli en declaraciones recogidas hoy por “L'Équipe”.
El recién elegido patrón de la FFT aseguró que coincide con el tenista británico Andy Murray, que el pasado miércoles en Dubai se mostró contrario a invitar a tenistas que han cumplido sanciones por dopaje.
“Tienen que ganarse el puesto con trabajo”, dijo el número 1 del mundo.
Sharapova, ganadora de cinco Grand Slam, entre ellos dos Roland Garros (2012 y 2014), fue suspendida el 26 de enero del año pasado por el consumo de “meldonium”, una hormona y moderadora metabólica prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), desde le primero de enero del 2016.
La pena impuesta, rebajada a 15 meses por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), le permitirá volver a las pistas el próximo 26 de abril, el mismo día que comienza el torneo de Stuttgart.
La ganadora también de Wimbledon de 2004, del Abierto de Estados Unidos de 2006 y del de Australia de 2008, siempre ha sostenido que cometió un error pero que no intentó mejorar con esa sustancia su rendimiento deportivo.