A unos días de que empiece en Melbourne el Abierto de Australia, el lunes, el primer Grand Slam de la nueva temporada, la TIU hizo balance y destacó los casos de esas 11 personas y que hubo un número sin precedentes de alertas sobre comportamientos sospechosos en las webs de apuestas (292 alertas, por 246 en 2015).
Según el informe anual de la TIU, entre los jugadores castigados, casi desconocidos situados por debajo del número 100 del ránking, el mejor situado en la lista ATP era el francés Constant Lestienne (164º), que fue castigado con siete meses de suspensión después de haber apostado sobre 220 partidos.
El 10 de enero, el rumano Alexandru-Daniel Carpen, de 30 años, fue vetado de por vida de toda competición profesional de tenis por haber intentado amañar un partido.
Ese mismo día, el australiano Nick Lindahl, de 28 años, fue suspendido siete meses y condenado a una multa de 35.000 dólares australianos (33.000 euros), como culpable de haber modificado o intentado modificar el resultado de un partido y por no haber colaborado con la investigación de la TIU.
Otros dos jugadores fueron sancionados por esta instancia disciplinaria, creada hace nueve años para combatir la corrupción.