Nalbandian fue descalificado del torneo londinense cuando había ganado el primer set de la final por 7-6 (3) y perdía el segundo por 4-3, momento en el golpeó la base de la silla donde estaba sentado el juez de línea Andrew McDougall, tras ver cómo el croata Mari Cilic rompía su servicio.
McDougall acabó con la pierna sangrando tras la arremetida del tenista, de 30 años y número 39 del mundo, que fue descalificado por comportamiento “antideportivo”.
La organización del torneo de Queens, preparatorio para Wimbledon, que comienza el próximo 25 de julio, anunció que retirará al argentino el premio de 36.500 libras (44.945 euros) reservado para el finalista de Queens y que podría imponer al tenista una multa adicional de 6.400 libras (7.800 euros).
A pesar del incidente, Nalbandian mostró su deseo de comparecer de nuevo el año próximo en el torneo sobre hierba: “Esto no significa que no vaya a volver. Me siento realmente bien en este torneo, el director del campeonato me trata muy bien y me gusta”, señaló el tenista.
“Esta es una situación mala para todo el mundo y pido disculpas por ello, pero no quiere decir nada de cara al próximo año”, dijo el cordobés, que justificó su actitud sobre le pista por la “frustración” que sintió en un momento del partido.
“Lo siento mucho por el juez. No quería hacer eso, pero a veces te enfadas. A veces no puedes controlarlo y pasan ese tipo de cosas. Cuando le di la patada al plafón no quería hacerlo con tanta fuerza” explicó Nalbandian, que ya fue multado en enero de este año, en el Abierto de Australia, por arrojar agua sobre un empleado del torneo.
El director de Queens, Chris Kermode, opinó por su parte que hay que “perdonar” al tenista argentino y “seguir adelante”.
“A veces se cometen errores. Él no quería hacer eso y sería absurdo decir que (Nalbandian) no será bienvenido aquí el próximo año. Durante esta semana ha jugado fenomenal y al público le entusiasma su tenis”, señaló Kermode.