“Se ha hablado mucho de mi rodilla desde hace un año. Para mí, ese tema pertenece ya al pasado. Estoy aquí. Soy competitivo. Si algo pasa lo haré saber. Mientras tanto, quiero concentrarme en mi tenis”, declaró el quinto jugador mundial, ausente del circuito desde finales de junio hasta principios de febrero de 2013 debido a una lesión en la rodilla izquierda.
Nadal asombró al ganar tres de los cuatro torneos que ha disputado desde su regreso, para un total de 17 victorias frente a una sola derrota, en la final de Viña del Mar frente al argentino Horacio Zeballos.
Tras sus triunfos en tierra batida en Sao Paulo y Acapulco, fue sobre todo el título en el Masters 1000 de Indian Wells, sobre superficie dura, la que confirmó su recuperación.
Tras tomarse un descanso después de su victoria en California, el 18 de marzo, Nadal pasó un período en su ciudad de Manacor, antes de regresar al circuito en Montecarlo, donde quiere acabar con los interrogantes permanentes sobre el estado de su rodilla.
Pese a sus ocho títulos consecutivos en Mónaco, el mallorquín no se ve como favorito del torneo, donde debutará el miércoles contra su compatriota Fernando Verdasco o el australiano Marinko Matosevic.
“Necesito tiempo. No será fácil este año lograr el objetivo. No es posible ganar todo el tiempo. Un día, la serie va a detenerse. Es la vida, es el deporte. Nada dura eternamente, simplemente hay que aceptarlo”, declaró, con filosofía.