Nishikori, auténtico ídolo de masas en Japón pese a que hasta la fecha solo había ganado un torneo (Delray Beach, 2008), se presentó en la primera final de la temporada, la tercera de su carrera, con todo por ganar y no desaprovechó la oportunidad.
Raonic quizá pagó el gran esfuerzo realizado para llegar a la final, después de sendos partidos de casi tres horas en cuartos de final, ante el serbio Janko Tipsarevic, y en semifinales ante el británico Andy Murray.
El primer set fue para el japonés, que tuvo que esperar al desempate para poder apuntarse la manga. Raonic desplegó su mejor tenis en el segundo, cuando igualó el partido, pero echó el resto en la remontada y no le quedó nada para el tercer y definitivo set, que Nishikori se apuntó por un claro 6-0, resolviendo en la segunda bola de partido.