Nadal y sus dudas, a examen en Madrid

MADRID. Derrotado en semifinales de Montecarlo y Barcelona, dos de sus torneos de referencia sobre tierra batida, Rafa Nadal confía en sacarse esas espinas en la nueva semana ante sus compatriotas en el Masters 1000 de Madrid.

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El "rey de la tierra batida" no ha comenzado bien la temporada europea en esa superficie.

A mediados de abril en Montecarlo, donde buscaba también un duodécimo título, perdió en semifinales ante el italiano Fabio Fognini por un claro 6-4 y 6-2. Admitió después que había jugado uno de “los peores partidos en tierra batida en catorce años”.

Barcelona llegaba a continuación como la ocasión de reaccionar, pero perdió también en semifinales, esa vez ante el austriaco Dominic Thiem (6-4, 6-4), que fue su víctima el año pasado en la final de Roland Garros.

Por primera vez desde 2015, Nadal llega a Madrid sin haber sido campeón ni en el Principado de Mónaco ni en Cataluña. En aquella ocasión fue un mal augurio y no pudo coronarse tampoco ni en Madrid, ni en Roma, antes de despedirse en cuartos de final en Roland Garros ante Novak Djokovic.

Palmarés del año a cero

Por primera vez en quince años, Nadal, subcampeón del Abierto de Australia a finales de enero, llega a principios de mayo sin apuntar ningún título en su palmarés del año.

¿Cómo explicar estos datos preocupantes? Por la dificultad de regresar a su mejor nivel, una y otra vez, cuando las lesiones se van encadenando, estimó el propio Nadal en Montecarlo.

“Había muy pocas opciones de que comenzara perfectamente la temporada en tierra batida. Hace un año y medio que no he logrado encadenar realmente los torneos (por las lesiones). Regresar de una lesión y ganar, ganar, y seguir ganando, no es algo fácil”, subrayaba.

En septiembre del año pasado, Nadal tuvo que abandonar en semifinales del Abierto de Estados Unidos. Entonces fue por la rodilla derecha y luego siguieron sus problemas en París-Bercy (abdominales), la operación de principios de noviembre en el tobillo derecho, el problema en el muslo izquierdo en Brisbane y de nuevo la rodilla, que le hizo abandonar en Indian Wells.

En Barcelona, el discurso del actual número 2 mundial fue más optimista.

“Por primera vez he tenido la sensación de ser competitivo como quiero serlo”, afirmó.

“Esta semana me ha devuelto confianza. Creo de verdad que he realizado muchos avances y que he creado una base sólida para intentar alcanzar mis objetivo en las próximas semanas”, aseveraba entonces.

Del Potro, de regreso

Antes de lanzarse a la conquista de un duodécimo Roland Garros, Madrid es casi un ensayo general.

Allí ha ganado el título cuatro veces en tierra batida (2010, 2013, 2014 y 2017).

No lo tendrá fácil en el debut, ya que jugará contra una joven promesa canadiense, Felix Auger-Aliassime, número 30 mundial con apenas 18 años y que ganó este domingo a su compatriota Denis Shapovalov (20º) por 6-2 y 7-6 (9/7).

Además de la capacidad de reacción de Nadal, Madrid probará la de Novak Djokovic, que en una eventual semifinal jugaría contra Roger Federer, de regreso a esta cita en tierra batida tres años después.

Djokovic, actual número 1 mundial, ganó los tres últimos torneos del Grand Slam (Wimbledon, Abierto de EEUU, Abierto de Australia), pero en los últimos meses ha experimentado un bajón de rendimiento. Desde su título de Melbourne, el serbio ha decepcionado en Indian Wells, Miami y Montecarlo.

La ’Caja Mágica’ madrileña será también el escenario para el esperado regreso del argentino Juan Martín Del Potro, tras casi siete meses de ausencia por una fractura de rótula y una breve interrupción de su baja haciendo una prueba no satisfactoria a finales de febrero en Delray Beach (Florida, Estados Unidos).

La parte emotiva la pondrá el español David Ferrer, finalista de Roland Garros en 2013, que jugará su último torneo profesional.

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