Con golpes profundos, tanto de derecha como de revés, forzó a Kukushkin a moverse de punta a punta de la pista. El rival del español no pudo con el peso de la bola y, en apenas quince minutos, perdía por 4-0.
El exnúmero uno mundial nunca dio opciones a su rival. Con grandes golpes desde el fondo de la pista, acompañados de una gran efectividad de puntos ganados en sus primeros saques (90 por ciento en la primera manga) , acabó con cualquier esperanza de Kukushkin de soñar con los cuartos de final.
Nadal no dudó en su primera oportunidad para lograr el primer set y sentenció la manga inicial con un marcador contundente, 6-1, para el que empleó sólo 27 minutos. Desgaste cero para los cuartos.
El segundo set continuó con una dinámica similar, con Nadal machacando casi en cada punto. Pronto rompió el saque de su rival, se adelantó 3-1, y hasta el final arrasó para alcanzar los cuartos.
En el último juego dejó un globo maravilloso para el recuerdo, y, como en el anterior set, mató el partido en su primera oportunidad. En una hora clavada selló un doble 6-1 y puso sobre la mesa sus credenciales para ganar el torneo. Nicolás Almagro, o el suizo Stanislas Eawrinka esperan en siguiente ronda.