Nadal ascendió un par de escalones más en su objetivo de reencontrarse con su mejor juego en la capital catalana y ofreció fases de buen tenis al público que abarrotaba la pista central del RCT Barcelona.
El español firmó otro 7-5 y lo festejó, puño en alto, como si acabase de ganar otra vez el Godó. Le quedan dos partidos para conseguirlo. Este sábado buscará una plaza en su duodécima final en Barcelona ante el ganador del duelo que librarán, en el último partido de la tarde, el austríaco Dominic Thiem, quinta raqueta del mundo y tercer favorito del torneo, y el argentino Guido Pella.