El actual número 2 del ranking y uno de los máximos aspirantes al oro en categoría masculina, finiquitó a su rival en poco más de una hora y veinte minutos de juego.
“No estoy defendiendo el oro, porque es mío y no lo tengo que devolver” , dijo con guasa el escocés a los periodistas. “Se trata de ganar otra medalla y la presión por hacer algo grande aquí es la que me pongo yo mismo” , añadió más serio.
Sobre el partido, el espigado tenista de 29 años explicó: “Estaba un poco nervioso al principio. No había jugado en superficie dura desde hacía tiempo y las condiciones (de humedad y viento) no eran fáciles. Pero lo hice bien y ha sido un buen inicio” .
La clave de la victoria estuvo en el buen resto del escocés, uno de los mejores del mundo en esta faceta del juego, y en minimizar los errores (21 por 40 del adversario) .
Murray será el rival en segunda ronda del argentino Juan Mónaco.