SHANGHÁI. “No es más que eso”, dijo Federer, que valoró su ascenso como una “buena noticia”, después de salvar precisamente hoy cinco bolas de partido ante Mayer, al que derrotó en dos horas y 41 minutos por 7-5, 3-6 y 7-6 (5) .
Por su parte, Nadal, mermado tras sufrir un principio de apendicitis, cuyo tratamiento durante tres días con antibióticos le permitió jugar hoy, cayó finalmente ante su compatriota Feliciano López por 6-3 y 7-6 (6)
Federer, que se enfrentará mañana en octavos con el español Roberto Bautista Agut (número 18 mundial) , comentó: “Claramente, quiero subir (en la clasificación mundial), jugar bien. Hay otros que no están jugando tan bien. Claramente, Rafa no ha jugado desde hace cierto tiempo. (Quiero) tomar ventaja de eso”.
“Además, este año no he ganado ningún Slam, así que (el hecho de subir al número dos) demuestra, incluso más así, lo consistente que he estado jugando en realidad, y cuánto he jugado este año, así que supongo que me lo merezco, desde ese punto de vista”, señaló.
Federer, que al igual que otros tenistas, está saliendo de un resfriado, se mostró confiado en estar prácticamente recuperado de la congestión y las molestias en la garganta que padecía hoy.
Sobre su partido ante Mayer, reconoció que fue “increíblemente afortunado”. “Seamos honestos, creo que (Mayer) se lo merecía” (ganar).
“Estuve tan a punto (de ser eliminado), podría ser mi mayor escapada (de una derrota) hasta la fecha y he tenido unas cuantas buenas estos años, pero ésta pudo ser la mayor de todas, porque hubo un momento en el que estaba literalmente ya fuera del punto. Tuve que volver con varios puntos que fueron difíciles en cualquier caso”, recordó.
“Así que debo decir que lo siento un poco por Leonardo”, concluyó, “pero así es como funciona”.