“Es un jugador (Hewitt) que siempre me ha llamado la atención. De hecho, es el único jugador de quien tengo una camiseta firmada. Se la pedí hace tres años, porque me transmite mucho cómo juega, el carácter que tiene, y siempre lo he admirado, desde pequeño”, confesó Ferrer tras derrotarlo en un partido a cuatro sets.
El valenciano, el número cinco del mundo, señaló que recuerda “un montón de partidos” de Hewitt, y que “para la edad que tiene y todas las lesiones que ha pasado, todavía está a un altísimo nivel”.
En el encuentro de hoy, Ferrer logró ganarle por 7-6, 4-6, 6-3 y 6-0, en un partido “muy duro”, que se ha prolongado durante tres horas y doce minutos, y que los deportistas han disputado en unas condiciones de “mucha humedad”, según Ferrer.
“Los dos sabíamos que iba a ser un partido muy físico, porque nuestro juego es muy parecido, y que íbamos a sufrir mucho. El primer set ha sido muy duro, y ha sido clave ganarlo. En el segundo, he pegado un poco de bajón físico, pero luego he sabido recuperar y él no ha vuelto a jugar tan bien”, relató el tenista, de 30 años.
A pesar de esta victoria de tercera ronda con la que consigue meterse en octavos de final, Ferrer apuntó que le separan “muchas cosas” de ganar un Grand Slam.
“Nunca he conseguido un Master 1000. Es difícil de ganar, porque hay jugadores muy buenos. Los cuatro primeros, aunque no esté Rafa (Nadal), marcan diferencias. Son muy regulares, muy estables, y tenísticamente son mejores que los demás”, apuntó.
Sin embargo, Ferrer añadió que no se queja, porque se considera “un afortunado”, al que el tenis le “ha dado mucho”.
“Y me sigue dando. Disfruto mucho y estoy con los top ten, algo que para mí ya es un privilegio”, concluyó.