Con la perspectiva de un tercer hijo en el horizonte próximo, un nuevo colaborador técnico (el sueco Stefan Edberg) y nueva raqueta, Federer estrena el año con una nueva final, en la que tendrá enfrente a un renacido Hewitt, número uno mundial en 2001 y en la actualidad en el puesto 60.
Federer necesitó tres sets para batir a Chardy, octavo cabeza de serie, por 6-3, 6-7 (3) y 6-3 en casi dos horas de juego. El suizo logró 20 puntos directos de saque, pero sólo acertó a meter un 58 por ciento de primeros. Chardy sólo dispuso de un punto de break en todo el partido y no lo aprovechó.
En la primera semifinal, Hewitt dejó fuera al segundo cabeza de serie, Kei Nishikori, por 5-7, 6-4 y 6-3 en un partido que duró dos horas y media. A sus 32 años, el australiano tendrá mañana la oportunidad de ganar el título número 29 de su carrera.