Federer, de 35 años, cayó a la 17ª plaza mundial tras una baja de seis meses por lesión. Jugará por un puesto en la final con su compatriota Stan Wawrinka (4º), que venció al francés Gael Monfils, 7-6(2),6-4 y 6-3. Será su 13ª semifinal en Australia y la 41º en Grand Slam de su extensa carrera.
Este martes no se dejó sorprender por el juego de saque-volea de Zverev, 50º en la lista de la ATP, que llevó la iniciativa en el segundo set, antes de que Federer lograra una rotura y volviera a hacerse con las riendas del duelo.
“Ha jugado un torneo increíble. Estuvo brillante contra John Isner y luego lo confirmó frente a Andy. Tuvo problemas con las lesiones en su carrera. Está bien que chicos como él tengan una segunda oportunidad”, dijo Federer sobre su rival.
“Me gustaban los tiempos en los que subíamos mucho a la red. El juego ha cambiado, se ha hecho más lento y yo he tenido que adaptar el mío. Espero que otros jugadores se inspiren de él”, añadió sobre el alemán, una ’rareza’ en el tenis actual.
Cuatro veces ganador en Melbourne, Federer parece estar en condiciones de intentar ganar su 18º título de Grand Slam y ampliar su récord, en un regreso espectacular tras seis meses lesionado y únicamente un torneo de exhibición antes de Australia, la Copa Hopman.
“Pensaba superar algunas rondas, en función del sorteo. No creía que fuera a estar tan bien”, reconoció el tenista de Basilea.
Federer se refirió a Wawrinka, su próximo rival: “Ahora es un superjugador. Según pasa el tiempo, cada vez es mejor. Estoy contento de que haya llegado a semifinales, pero que no avance más”.