Federer, que posee 17 títulos de Grand Slam, reveló el viernes que el sueco, su héroe de infancia, trabajará con él y con su técnico, Severin Luthi, durante 10 semanas, empezando por el Abierto de Australia de enero.
Federer arrancará la campaña la semana que viene con el torneo internacional de Brisbane después de unas semanas de vacaciones en las que no ha tenido ningún tipo de molestia física.
“Fui capaz de hacer más de lo que pensaba, lo que me da ánimos de cara al futuro”, explicó el suizo a los periodistas este sábado.
“No he disputado ninguna exhibición, lo que me ha permitido entrenarme de manera extremadamente dura y durante un periodo de tiempo más largo. Es la primera vez en un año y medio que puedo entrenar durante tres o cuatro semanas seguidas sin tener molestias”, prosiguió.
“Cada vez que entrenaba sentía molestias, pequeños dolores, especialmente en la espalda, que me hicieron perder confianza. Los últimos meses fueron importantes para mí ya que sentí que podría moverme por la pista sin problemas. Mentalmente, ahora me encuentro al 100%”.
Federer, que no participó en ninguna final de un Grand Slam en 2013 por primera vez desde 2002, estuvo practicando junto a Edberg durante el invierno de cara a una temporada que se presenta decisiva para el suizo. No en vano, su último gran título llegó en Wimbledon, en 2012.
“Mis objetivos en Brisbane y Melbourne son sencillos: quiero hacerlo lo mejor que pueda y volver a estar entre los mejores después de una pretemporada más larga de lo normal”, añadió Federer.
“Tras estos dos primeros torneos, revisaré de nuevo mis objetivos mirando la clasificación de la ATP pero creo que serán los mismos: quiero formar parte de los mejores y espero derrotar a los mejores”.
Federer desveló el día de Navidad (25 de diciembre) que su mujer Mirka está embarazada y que será padre de nuevo en 2014.