Federer, que llega al segundo torneo Masters 1.000 de la temporada como cabeza de serie número cuatro después de haber jugado el pasado domingo la final de Indian Wells, que perdió frente al austríaco Dominic Thiem, admitió este martes que ya siente “nostalgia” de lo vivido en Key Biscayne.
Por primera vez en 31 años, el torneo tiene otra sede en la que se ha hecho una inversión de 60 millones de dólares y que en la primera jornada de la fase de clasificación ya dejó la primera entrada récord de espectadores con cerca de 13.000 que se dieron cita en las nuevas instalaciones.
“Todo eso lo entiendo, pero también reconozco que fue un gran torneo, con mucha historia”, destacó Federer. “No debemos olvidar que se consideraba el quinto torneo más importante del circuito, sólo superado por los cuatro del Grand Slam”.
Federer recordó que protagonizó partidos de cinco sets inolvidables desde que comenzó a competir en el anterior escenario, incluida su primera final que disputó en el 2002 y que perdió, en cuatro mangas, ante el estadounidense Andre Agassi.
“Mucho tiempo ha pasado desde que llegué al torneo en el que he tenido alguna batalla épica”, comentó Federer. “Recuerdo cuando llegué por primera vez en 1998, cuando gané el título de junior tras vencer primero en semifinales a Nalbandian (David) y en la final a Coria (Guillermo) en la lucha por el número uno del mundo”.
El duelo contra los dos campeones argentinos es recordado por Federer como algo muy “especial” entre las experiencias que vivió en las pistas de Key Biscayne.
Además, fue el primer año en que se llevó a cabo el torneo en la sede de Crandon Park, donde luego ha conseguido ganar tres veces el torneo, las dos primeras de forma consecutiva (2005 y 2006) y 11 años después, en el 2017.
“Así que claramente tengo sentimientos encontrados sobre el cambio, pero espero que todo sea para mejor. Y entiendo la lógica detrás de esto, se trata de conseguir adaptarse a los nuevos tiempos en todos los aspectos, pero por supuesto, extrañaré el lugar”, subrayó Federer.
El suizo, quinto en la clasificación mundial, admitió que también es “lógico” que todos los profesionales sientan curiosidad de ver cómo será la nueva experiencia de jugar en pistas de tenistas instaladas dentro de un estadio de fútbol americano de la NFL, como es el Hard Rock Stadium, propiedad de los Dolphins de Miami.
“¿Cómo será jugar en un estadio de la NFL (fútbol americano)?. No lo sé. Nunca jugué en uno”, comentó un sonriente Federer sobre la nueva sede. “Aunque estoy seguro de que va a ser emocionante”.
En cuanto a lo que le espera en el cuadro del torneo, Federer, que podría tener de rival en los cuartos de final a su compatriota Stan Wawrinka, dijo que lo más importante es que pueda sentirse bien con la adaptación al nuevo ambiente que se dé en las pistas y estar recuperado del esfuerzo que realizó en el pasado torneo.
“Voy partido a partido”, comentó Federer. “Nunca el cuadro que tenga me condiciona, lo único claro es que si al final del torneo eres el campeón, significa que fuiste mejor que el resto de los jugadores”.