“Vi que tuvo que cambiar su juego aparentemente por un problema en una pierna. En todo caso, fue lo que me pareció, porque no era el mismo Benneteau de de siempre, de otras veces (quien le ganó en Rotterdam este año). Me fijé en eso y, a pesar del viento y la humedad, pude ganar”, afirmó tras su partido ante el galo ’el tenista de todos los récords’.
Precisamente, este viernes se superó a sí mismo al lograr llegar los octavos de final concediendo 23 games en tres partidos, mientras que en 2007 fueron 24 y en 2010 27.
En la jornada, Federer obtuvo su 57ª victoria en Roland Garros, quedando a una de la plusmarca del argentino Guillermo Vilas y del italiano Nicola Pietrangeli, cifra de la que Rafael Nadal está también muy cerca (54).
En los octavos de final, el helvético, que cerró su encuentro en 91 minutos de juego, enfrentará a otro francés, Gilles Simon (N.15), o al estadounidense Sam Querrey (N.18), quienes estaban jugando y este último ganaba un set a cero.