Ferrer deja así la eliminatoria con más intriga para el último partido que deben disputar a continuación Nicolás Almagro y Radek Stepanek, si no hay cambios en el último momento.
Luciendo un murciélago, el símbolo de su club el Valencia, en la parte superior izquierda de su pantalón, Ferrer dio una magnífica demostración de fuerza mental y de gran concentración para aniquilar a Berdych en dos horas y 25 minutos infligiendo al checo la derrota más humillante en casa de toda su carrera.
Berdych había ganado hasta hoy 22 partidos individuales en esta competición y había perdido once.
En casa tenía un balance de 12-5, había perdido con el español Feliciano López (2004), el estadounidense Andy Roddick (2007), el suizo Roger Federer (2007), el argentino Juan Martín del Potro (2009) y el kazajo Andrei Goluvev (2011).
Del Potro había sido hasta hoy el jugador que más duro se había mostrado contra Berdych en casa, al ganarle por 6-4, 6-4 y 6-4, pero esa victoria quedó minimizada hoy con la gran exhibición de Ferrer, que Ivan Lendl, Jan Kodes, Tomas Smid y Pavel Slozil, los ganadores de 1980, aplaudieron deportivamente.
Ferrer empezó como una bala colocándose con un parcial de 3-0, jugando de forma impecable sin ceder un solo punto con su saque y colocando dos servicios directos. El de Javea pudo incluso ampliar su ventaja a 5-1 de haber confirmado dos puntos de rotura que dispuso, pero en realidad le daba lo mismo. Tuvo luego la solvencia para salvar tres oportunidades de quiebre y confirmar el parcial a la segunda oportunidad en 45 minutos.
El segundo set fue calcado al primero, con rotura inicial de Ferrer en el segundo juego, y otra sensacional exhibición al servicio, porque el de Jávea no cedió ni un solo punto de rotura en todo este parcial y concedió únicamente cinco puntos con este arma.
Berdych lo intentó, usó toda su fuerza, se amparó en los gritos de sus aficionados, pero nada funcionó ante el mejor hombre en la pista hoy, Ferrer.
Una rotura en el tercer juego puso por delante a Ferrer de nuevo en el tercer set, y aunque luego Berdych logró al fin quebrarle a las dos horas y ocho minutos (4-4), el de Javea tuvo los arrestos de robárselo a continuación (6-5) y rematar esta descomunal faena con su servicio después a la primera oportunidad, cuando Berdych mandó una derecha a la red.