Este es el mayor triunfo de Cibulkova, de 27 años, 8ª del mundo, cuyo logro más destacado había sido alcanzar la final del Abierto de Australia en 2014.
Cibulkova había sellado su billete para el torneo que reúne a las ocho mejores del mundo al conquistar hace tres semanas el torneo de Linz. Era la séptima cabeza de serie en su primer Masters.
Superada en sus dos primeros partidos de la fase de grupos, en uno de ellos por Kerber, derrotó en el tercero a la rumana Simona Halep, y pasó a semifinales por mejor diferencia de sets.
Tan pocas eran sus esperanzas en este torneo que había reservado con anterioridad un billete de avión para las Maldivas.
La eslovaca ha tenido que superar las adversidades a lo largo de su carrera, como una lesión del tendón de Aquiles que le hizo caer al puesto 66 de la clasificación mundial.
Este Masters supone su cuarto título del año y el octavo de su carrera. El lunes será 5ª en la clasificación WTA.
“Venir aquí y ganar el título más bonito de mi vida, no tengo palabras... No era fácil luego de perder los dos primeros partidos. Jugué bien pero no tuve suerte. Hoy he tenido mucha”, declaró al público.
La eslovaca aludía a la cuarta bola de partido, ganada gracias a una bola que tocó en la red y pasó a campo de su rival.
Antes, Cibulkova, de 1,61 metros de altura, había dominado desde el fondo de la pista merced a buenos golpes con la derecha.
Para Kerber, gran favorita, supone una decepción luego de haber ganado sus cuatro partidos anteriores en Singapur. Ganadora del Abierto de Australia y del de Estados Unidos, la alemana cerrará el año como número 1 del mundo.