“Tengo un pasaporte auténtico. Lo recibí del embajador. Hablé con el presidente en varias ocasiones, fue un acto oficial”, declaró Becker en un extracto de una entrevista a la BBC que será difundida el domingo.
El antiguo número 1 del mundo, de 50 años, dice que fue nombrado en abril por el presidente centroafricano. A mediados de junio, Boris Becker, endeudado, alegó disponer de una inmunidad diplomática centroafricana para escapar de procedimientos judiciales en el Reino Unido, destacando su papel de “agregado” de la República Centroafricana ante la Unión Europea.
Pero el martes, el ministerio de Asuntos Exteriores del país africano calificó el documento de “falso”, y estimó que podría proceder de un lote de “pasaportes vírgenes robados en 2014”.
Becker aseguró que estaría “feliz de acudir a Bangui”, la capital del país, para tratar de “resolver este malentendido”.
En la búsqueda de liquidez para pagar sus deudas, Boris Becker trató de vender los trofeos ganados durante su carrera, aunque desconoce el paradero de los más prestigiosos.
También tuvo problemas con la justicia española, que lo condenó por deudas impagadas por trabajos realizados en su mansión en Mallorca, y con la justicia suiza, por no haber pagado al pastor que ofició en 2009 su boda.