El New York Times publicó esta semana que el encuentro de la pareja formada por Arruabarrena y su compatriota David Marrero contra el polaco Lukasz Kubot y la checa Andrea Hlavackova generó una gran cantidad de apuestas en favor de los segundos.
Según el diario, el número de apuestas fue mucho mayor de lo que es normal en una primera ronda de dobles mixtos y la firma Pinnacle Sports dijo al rotativo que suspendió las apuestas para este partido 13 horas antes de que empezara.
Kubot y Hlavackova ganaron el partido por 6-0, 6-3.
“Antes de hacer trampas, rompería la raqueta en mil pedazos con mis propias manos”, dijo Arruabarrena en un comunicado.
“No soy una tramposa. No he amañado un partido en mi vida. Así que aquí estoy, preparada para que me investiguen de arriba a abajo si es necesario. No tengo nada que esconder”, añadió.
El artículo del New York Times también fue contestado por dos grandes compañías de apuestas.
The Sydney Morning Herald afirmó que William Hill y Betfair mantuvieron abiertas las apuestas para el partido y no registraron ninguna actividad inusual.
Estas acusaciones llegan después de las informaciones de la pasada semana, se ha sospechado en varias ocasiones de jugadores que han estado entre los 50 mejores del mundo, pero sin que se llegara a tomar ninguna medida.
En respuesta, las autoridades del tenis anunciaron el miércoles una investigación independiente sobre su forma de luchar contra la corrupción.
La ATP, la WTA, la Federación Internacional de Tenis y los directores de los cuatro Grand Slam afirmaron que la investigación busca analizar el funcionamiento de la Unidad de Integridad del Tenis (UIT) y llamaron a los poderes públicos a reforzar las sanciones para casos de partidos amañados.