En un enfrentamiento sin precedentes, el neerlandés, trigésimo séptimo del mundo, tiró de experiencia ante un rival fuera de los cien primeros del mundo que mantuvo el tipo hasta el final y que llevó al límite al primer favorito.
Griekspoor, que explota su tenis en pista rápida, demostró su buena adaptación a la tierra en el retorno a una final. La de Marrakech es la primera desde el 2023, su mejor temporada, cuando ganó los trofeos de Pune y Hertogenbosch y la final de Washington.
El neerlandés se medirá al italiano Luciano Darderi que apartó al español Roberto Carballés de la final al imponerse por 6-3 y 6-2 en una hora y media.
Carballés, que pretendía alcanzar la tercera final seguida en este escenario, cayó por primera vez ante el trasalpino al que había ganado en las dos ocasiones anteriores en las que se habían enfrentado, también en tierra, en Sevilla en el 2021 y en Canadá en el 2022.
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Sin embargo, con una final en juego, Dadieri logró acceder a la segunda final de su carrera, tras la de Cordoba del pasado año, en arcilla, que logró conquistar para inaugurar su historial.
El español, 51 del ránking ATP, se quedó sin su segundo éxito en Marrakech, donde triunfó en el 2023, cuando logró su segundo y último título de su carrera después del de Quito en el 2018, y fuera de la final que alcanzó también en la pasada edición, superado por Matteo Berrettini.