Roza con los dedos su meta esta jugadora española, nacida en Nueva York hace veintisiete años pero criada en Cataluña, plagada de un estupendo talento que siempre soñó con alzar alguna vez, en algún momento, un título grande, uno de los que hacen pasar a la historia.
Fue la número dos del mundo Paula Badosa que tras una meteórica resurrección, un retorno a la élite cuando peor lo tenía, vuelve a sonreír y a demostrar que por condiciones y juego merece estar asentada entre las mejores. Washington, hace unos pocos meses atrás, fue el último trofeo logrado por la española que disparó su proyección cuando ganó el WTA 1000 de Indian Wells, considerado el quinto Grand Slam, en el 2021. Fue el primero de los cuatro trofeos del circuito que destacan en su historial.
En plena madurez, asentada psicológica y físicamente, afronta el momento más importante de su carrera Badosa que una tras otra ha dejado en su recorrido a la china Wang Xinyu, la australiana Talia Gibson, la ucraniana Marta Kostyuk, la serbia Olga Danilovic y, en cuartos de final, a la estadounidense Coco Gauff, número tres del mundo y que afrontó la cita con doce victorias seguidas, ocho en lo que va de 2025.
"Nunca me he escondido pero mi sueño siempre ha sido ganar un Grand Slam”, dijo rotundamente la catalana tras firmar por primera vez en su carrera unas semifinales en competición 'major'.
Recordó la española que no hace mucho pensó en abandonar. Había tocado fondo Paula Badosa que se hundió en el ránking femenino, protagonizó una retirada tras otra en cada intento de vuelta y no veía salida ni solución. Fue la dolencia en la espalda, la que sufrió en Roma, en el 2023, la que le apartó de la circulación. Seis meses sin saltar a las pistas, sin continuidad. El WTA 1000 de Madrid, una competición en la que no ha terminad de despuntar, fue su peor momento. El que le hizo pensar en una retirada. "No sabía qué hacer".
Fue el punto de inflexión, unos cambios en su equipo y se puso en manos de un nuevo tratamiento para paliar su lesión. Poco a poco todo empezó a cambiar. Creció en el ránking y volvió a tutear a las mejores. En Melbourne, en el primer Grand Slam de la temporada, en el momento de la verdad, la española brilla. Y tiene ante sí el momento con el que siempre ha soñado.
Pase lo que pase saldrá del Abierto de Australia entre las diez mejores del mundo. Llegó en el duodécimo lugar pero su rendimiento le ha elevado al lugar que por condiciones le corresponde. Ahora, en un escenario estelar ante la mejor tenista del momento, la adversaria más potente, la vigente campeona, pretende Paula Badosa dar la respuesta definitiva a sus aspiraciones.
“Aryna está demostrando por qué es la número uno, está muy consistente, agresiva y muy intensa. Contra Aryna tengo muchas ganas de jugar ese partido", dijo Badosa que explicó también el proceso que le llevó a mejorar considerablemente en el aspecto mental desde la dura derrota que sufrió en el último Abierto de Estados Unidos, en el pasado mes de septiembre, frente a la local Emma Navarro en cuartos de final.
“Creo que casi todos aprendemos a base de palos y yo me llevé ya un palo muy grande en US Open. Me acuerdo de sentarme y decir, quiero volver a estar ahí para volver a tener la oportunidad para hacerlo mejor y aprender de eso”, explicó.
Sabalenka y Badosa se han enfrentado en siete ocasiones, con un balance de 5-2 para la número uno del mundo. La más reciente fue en Roland Garros, donde se impuso la bielorrusa por 7-5 y 6-1. Poco antes, en Stuttgart, el duelo estuvo más equilibrado. La española que llevó el choque al tercer set, se retiró lesionada. El último triunfo de Paula Badosa sobre Sabalenka fue en las Finales WTA del 2021. Esta vez se presentará un choque en el que ambas tenistas están en su mejor momento, destacó.
"Ha pasado por mucho y esta en su mejor condición", señaló Sabalenka sobre Badosa, que en cuartos de final derrotó a la número 3 del mundo, la estadounidense Coco Gauffl, por 7-5 y 6-4.
Sabalenka destacó que "espera con ansias" su nuevo enfrentamiento con la tenista española. "Seguir enfocándome en mí misma" es el plan, incidió, no obstante, la número uno del mundo que aspira a ser la primera mujer en ganar en tres ediciones seguidas desde la suiza Martina Hingins entre 1997 y 1999.