La pareja más laureada de la historia del pádel femenino pone así el broche final a una temporada de ensueño, consiguiendo ganar por primera vez como dupla en Barcelona, tras la final perdida en 2022 a manos de Gemma Triay y Alejandra Salazar.
El partido empezaba de la mejor manera posible para Triay y Fernández, pareja número dos del mundo, con un break en el primer saque y el posterior juego para consolidar el 0-2 inicial.
En el tercer juego, las ganadoras de seis títulos Premier Padel esta temporada (1 Major, 3 P1 y 2 P2), consiguió anotarse el 1-3 con mucho sufrimiento tras una lucha encarnizada de puntos ganadores por ambos lados que se extendió por más de diez minutos.
Por debajo en el marcador, Ari Sánchez y Paula Josemaria no se rindieron y, pese a tener que luchar ante unas rivales que parecían llegar en un mejor tono físico a la final, la pareja más laureada de la historia del pádel femenino (36 títulos) tuvo la fortaleza de remontar un 0-40 para acabar anotando el 3-3 y recuperar el break inicial.
Una igualdad máxima que volvió a quedar demostrada en el séptimo juego, donde, de nuevo, las dos parejas ganadoras de más títulos esta temporadas (nueve y seis respectivamente), ofrecieron un espectacular juego que cayó del bando de las número uno por detalles, consolidando el break y recuperando la iniciativa en el marcador.
Por primera vez por delante en la final, Sánchez y Josemaria exhibieron su mejor pádel, defendiendo con uñas y dientes al resto y siendo muy agresivas en red, una combinación ganadora con la que rompieron el servicio por segundo juego consecutivo para acabar cerrando al saque el primer set por 6-3 en más de una hora de juego.
El segundo set empezó con la misma igualdad que caracterizó la final, con puntos largos y disputados, pero con una particularidad nueva: ambas parejas jugando mejor al resto, siendo más incisivas sobre el revés y castigando a sus adversarias, hasta el punto de que el 2-2 llegó tras sendos breaks por ambas partes.
Sin embargo, una nueva ruptura del servicio por parte de Sánchez y Josemaria y la posterior consolidación del break sin demasiada oposición (4-2), fueron una losa muy difícil de remontar para Claudia Fernández y Gemma Triay, quien agotaba sus opciones de repetir el torneo de Maestras conseguido en 2022.
En el tramo final, pese a los intentos de la dupla Triay-Fernández por no perder la cara al partido, errores no forzados propios del nerviosismo, sumado al acierto de las número uno en los momentos decisivos, acabaron por agotar sus opciones de remontada, cediendo por un doble 6-3 la final y el trofeo de Maestras.