Durante más de tres décadas, el árbitro sudamericano arbitró su último encuentro en la pista del Palacio de los Deportes Jose MAría Martín Carpena de Málaga.
En un evento en el que dicen adiós Rafael Nadal y el neerlandés Wesley Kohhlhof, Bernardes, uno de los jueces de silla más respetados, se despidió también como profesional.
Bernardes, que hace una semana ya dirigió la final de las Finales ATP entre Jannik Sinner y el estadounidense Taylor Fritz ha sido testigo de alguna de las grandes rivalidades de la historia del tenis duran treinta años y más de 8000 partidos.
Al brasileño se le recuerda, además, por una polémica que mantuvo con Rafael Nadal en el 2010, en el duelo que el español disputó con el checo Tomas Berdych, que el balear reclamó como buena y el juez de silla se la concedió a su rival.