Decenas de horas, veintiséis partidos y diez eliminatorias después, la copa del mundo de tenis femenino se reduce a un último cruce: eslovacas, por un lado, e italianas, por otro. Llega la gran final de la Copa Bilie Jean King.
Si hay un equipo revelación en la edición de este año en Málaga es Eslovaquia, por su esfuerzo titánico para superar hasta tres rondas en donde no partía como teórica favorita. Ha jugado un cruce más que Italia, que estaba exenta de disputar los octavos por su condición de subcampeona.
Así, paso a paso y con un gran tenis repleto de recursos, las chicas capitaneadas por Matej Liptak se han metido en la gran final eliminando a la potente estados Unidos (2-1) en octavos, a Australia (2-0) en cuartos y a Gran Bretaña (2-1) en semifinales. La primera y la última, con remontadas.
“Es un momento especial para nuestro país. Estar en la final después de tanto tiempo. Estamos a un paso de la victoria más grande de este equipo. Trataremos de disfrutarlo”, dijo este miércoles el capitán Matej Liptak, con la clasificación en caliente.
Es el acontecimiento tenístico más grande para el equipo eslovaco en los últimos 22 años: su único título de Copa Billie Jean King lo logró en 2002, al vencer a Francia en cuartos de final, a Italia en semifinales y a España en una final que se jugó en Gran Canaria.
Las jugadoras a tener en cuenta en Eslovaquia son Rebecca Sramkova, número uno del equipo y habitual en los duelos individuales, y Viktoria Hruncakova y Tereza Mihalikova en el dobles.
Al otro lado estará Italia, que vive su apogeo del tenis a nivel tanto femenino como masculino: el año pasado el número uno mundial Jannik Sinner levantó la Ensaladera en Málaga y las chicas fueron subcampeonas en Sevilla.
Este año, contra Eslovaquia, están ante la gran oportunidad de devolver a la gloria a Italia en una Billie Jean King que han levantado en cuatro ocasiones: 2006, 2009, 2010, 2013.
Italia tiene menos carga de partidos, pues no jugaron los octavos al estar ya clasificadas automáticamente, aunque tuvieron que sudar en cuartos ante la brava Japón (2-1) y más todavía contra la Polonia de Iga Swiatek en semifinales (2-1).
El título más reciente de Italia se produjo hace once años, al vencer a Rusia por 4-0 en una final disputada frente a su público en Cagliari. En aquella alegría ya fue partícipe la veterana Sara Errani, una fija en el dobles junto a la número cuatro del mundo, Jasmine Paolini. Un dúo infalible en el torneo y que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París.
“Estoy muy orgullosa del equipo y de todas las personas que trabajan para nosotros. Pelearemos en la final, la clave es nunca rendirse”, dijo la capitana Tathiana Garbin, poco después de sellar el pase a la final por segundo año consecutivo.
El título de campeonas del mundo busca dueño este miércoles, desde las 17.00 horas en la pista anexa al Palacio de los Deportes José María Martín Carpena malagueño, donde se están disputando las finales de la Copa Davis.