No fue un Medvedev de un nivel máximo, pero mejoró claramente su primera actuación. Estuvo mejor físicamente, más ágil, más certero. Y eso, en una pista dura, su especialidad, mató a un De Miñaur no tan resolutivo en este tipo de superficie, a remolque durante todo el partido, ya casi sin opciones de estar en semifinales en la que es su primera participación en esta cita, facilitada en buena medida por la baja del serbio Novak Djokovic.
Después de su excéntrica actuación ante el estadounidense Taylor Fritz, un partido en el que perdió los papeles estallando una raqueta y un micrófono de pista dejándose llevar por su frustración, Medvedev supo recomponerse para estar a la altura de lo que implica una Copa de Maestros.
Estuvo sereno, concentrado y, aunque todavía mermado por las molestias que arrastra en el hombro, sacó buenos golpes a pasear en Turín. Ni rastro de esas declaraciones en las que dejó caer que no le importaba quedar eliminado. Saltó a por algo más que la jugosa recompensa económica que la ATP otorga por cada partido. Quiso ganar desde el inicio, tomarse la revancha con un De Miñaur que le ganó en Roland Garros, pero con el que mantiene buen cara a cara: 7-3.
El debutante australiano pagó los platos rotos del mal estreno del ruso. Sobre todo en un primer set en el que estuvo completamente a mereced del moscovita, 'Maestro' de 2020, cuando se celebraba en Londres. Ya dejó entrever Medvedev que iba con todo cuando tuvo un 'break' en el primer juego.
Lo salvó De Miñaur, pero dejó escapar sus dos servicios siguientes y Medvedev, que en un principio empezó sufriendo con los intercambios largos, se puso en un visto y no visto con un 5-1 que, inevitablemente, desembocó en el 6-2 que cerró el envite.
Buscó la reacción en el segundo. No había estado mal en el primer set, pero en este tipo de partidos hay que ser clínico. Le pasó lo mismo en la primera jornada ante el italiano Jannik Sinner, cuando rozó el 'break' en el inicio y acabó cediendo su servicio siguiente. En la Copa de Maestros, si se perdona, se paga caro.
Pero se encontró el australiano con otro Medvedev solidísimo. No al máximo nivel, pero definitivamente mucho mejor en todos los aspectos que en la primera jornada. Se mantuvo a flote durante 8 juegos sin roturas. Pero aceleró el ruso en el noveno y, merecidamente, consiguió un 'break' para el 5-4 que fue definitivo.
Medvedev se recompuso a tiempo en estas Finales ATP de Turín y, con esta victoria, mantiene opciones de meterse en las semifinales. De Miñaur, en cambio, queda pendiente del partido de esta tarde para ver si queda matemáticamente eliminado. El australiano quedaría fuera con una victoria de Fritz ante Sinner.