El tándem formado por el ídolo local y el jugador más ovacionado de la competición auguraba concluir viernes refrendando la ventaja que para el Viejo Continente había apunto Dimitrov, pero sucumbieron ante el poderío de la combinación del bloque intercontinental.
La dupla norteamericana estaba avasalladora en su servicio desde el arranque, en lo que la combinación de los números 2 y 3 mundiales trataba de crear su propia química.
Costaba en el inicio que ambos congeniaran. En el cuarto juego, el primero con servicio del murciano, los estadounidenses, apoyados en el gran momento de forma de Fritz, obtenía la primera rotura del encuentro.
Se le veía incómodo a Alcaraz, desgastado tras la clasificación para la Copa Davis de la semana pasada. Pese a su aviso en la previa de que le encantaba jugar dobles, no se apreciaba al genio que disfruta con la raqueta en la mano y mostró de nuevo su versión más floja: la que exhibió en la gira americana. Ni al saque ni al resto parecía el deslumbrante Carlitos.
Más metido se le veía a Zverev, respaldado en todo momento por el público del Uber Arena y más seguro en su servicio, pero el combinado norteamericano no daba tregua a los europeos.
La misma tensión se trasladaba a los banquillo. Frente al semblante reposado del otrora hiperventilado John McEnroe, sentado relajadamente en el sillón de los entrenadores; un inquieto Bjorn Borg que no paraba de levantarse del asiento.
Con 5-3 y servicio del combinado liderado por McEnroe para clavar la primer manga, una leve mejora de Carlos y una gran determinación de Zverev, lo que tantas veces le ha fallado en su carrera, anularon la desventaja, enchufaron a al público al partido y les devolvieron a la contienda
La reacción fue frenada por los durísimos saques de Ben Shelton y el primer set, tras juego en blanco para Alcaraz, se encaminó a la muerte súbita. Ahí los norteamericanos, a pesar de los esfuerzos del germano (Carlos seguía sin encontrarse del todo), hicieron gala de su superioridad para iniciar los peloteos y ganaron la manga.
Los gritos de “Let’s go, Carlos!! Let’s go!!”, presentes desde el comienzo por parte de un grupo de niños desde la grada, incrementaron sus decibelios en el segundo set y el de El Palmar se conectó con el estímulo.
La pareja hispano-alemana se coordinaba mejor, comenzaron a sincronizarse para ocupar los espacios con mayor fluidez y, en el caso del tetracampeón de Grand Slams, golpear con más confianza.
En el cuarto juego, con servicio de Fritz, el que más flaqueaba de los chicos de McEnroe en la segunda manga, los europeos dispusieron de cuatro bolas de 'break' para ratificar el progreso de su encaje, pero adonde no llegó el reciente subcampeón del Abierto de Estados Unidos, sí lo hizo el otro cañonero norteamericano para mantener la igualdad. La ocasión desperdiciada para retomar la iniciativa frustró al dúo elegido por Borg.
El joven de Atlanta demostró fortaleza para cerrar las vías de agua y que resistiera la pareja ‘yankee’ ante los ataques de los dos tenistas que completan el podio de la cúspide de la ATP y su contraofensiva fue devastadora.
Con 4 iguales en el set y servicio de Zverev, Shelton tiró de su dúo para romper el saque del alemán y encarrilar la victoria, certificada por el propio número 17 del mundo en el juego siguiente.
Con este resultado, que pone fin a la primera jornada del equivalente a la Copa Ryder de golf, el Equipo Mundial iguala a 2 el marcador total. Ahora aguarda la segunda, en la que las victorias valdrán dos puntos en la general.