El capitán español David Ferrer, que antes de iniciarse la serie había anunciado que Alcaraz jugaría el dobles, decidió dar descanso al murciano, tras tener asegurada la victoria, y dio entrada en su lugar a Pablo Carreño.
Pese a que ya no había nada en juego, con Francia ya sin opciones de clasificarse para la Final de Málaga y España con un puesto ya asegurado, los jugadores se tomaron en serio el partido.
Los españoles, que no inquietaron a sus rivales al resto, tuvieron que salvar hasta siete puntos de rotura para llevar el primer set al juego decisivo. España que empezó con un 4-2 en contra, enlazó cuatro puntos consecutivos y desperdició hasta tres puntos de set, mientras que los franceses cerraron la manga en la primera ocasión que dispusieron para llevarse el parcial por 9-7.
En el segundo set no varió la dinámica, con un partidos muy igualado, en el que España seguía sin encontrar el camino para poder optar a romper el servicio de sus oponentes y Francia sin aprovechar las que dispuso.
De nuevo se llegó a la muerte súbita y de nuevo España desperdició sus tres primeras bolas de set, aunque en esta ocasión los franceses tampoco estuvieron certeros en las dos posteriores bolas de partido y los españoles consiguieron ganar el parcial por 12-10 y llevar el partido al 'súper tie-break' para decidir el tercer set. Los galos arrancaron con un parcial de 3-0 que supieron gestionar para llevarse el partido por 12-10.