Masarova, número 64 de la WTA, se adaptó mejor a la pista que su rival (n.86) y, tras salir airosa de la exigencia que le planteó Baindl en la primera manga e intercambiar 'breaks' al principio de la segunda, una nueva rotura permitió a la española enfilar con tranquilidad el tramo final del partido.
Tiene que esperar hasta la jornada del martes para conocer a su siguiente rival.
El torneo de Guangzhou, un WTA 250 sobre pista dura, tiene como primera cabeza de serie a la polaca Magda Linette, 27 en la clasificación mundial.