Cargando...
Djokovic, deportado en 2022 por no estar vacunado contra el covid-19, pudo volver este año a Melbourne en busca de un décimo título en este torneo para igualar el récord de 22 Grand Slam del español Rafa Nadal.
Espoleado por una grada repleta de banderas serbias en la Rod Laver Arena, Djokovic abrió su andadura hacia un eventual décimo título en Melbourne con un saque directo, que encandiló a los aficionados.
Pese a ser número 75 del ranking mundial, el español no se resignó al papel de invitado a la fiesta del actual número 5 del mundo, al que sorprendió colocándose con 0-40 para quiebre con un 2-2 en el marcador.
Sin embargo, “Nole” sacó a relucir su calidad con una volea y una derecha ganadora que, sumadas a un error no forzado de Carvallés, solventaron el mal trance. Justo después, endosó desde el resto un juego en blanco al español, que fue definitivo.
En la segunda manga, Carballés mantuvo la intensidad, sin dar una bola por perdida y haciendo correr en varios intercambios al serbio que, en una subida para recoger una dejada en la red, se tocó el muslo derecho vendado por una lesión.
Pero Djokovic aguantó la arremetida y, auxiliado por la red en un par de pelotas decisivas, consiguió una ruptura en el séptimo juego para agenciarse el segundo parcial.
Ya con el partido cuesta abajo y su rival resignado, el serbio se liberó con una exhibición de golpes y subidas a la red para adjudicarse en solo 24 minutos el último set, en el que Carballés solo pudo hacer cuatro puntos.