El serbio de 35 años, octavo jugador mundial, intentará el domingo contra Andrey Rublev (7º) o Casper Ruud (4º) igualar el récord de seis títulos en este torneo que reúne a los ocho mejores jugadores de la temporada, en posesión de Roger Federer.
Djokovic buscará también su segundo gran título del año, tras Wimbledon, después de haberse perdido una parte importante de la temporada (incluidos el Open de Australia y el US Open) por su rechazo a ponerse la vacuna anti-covid.
La duda generada consistía en si Djokovic se recuperaría de la derrota que sufrió el día anterior contra Daniil Medvedev durante un duro enfrentamiento de 3 horas 11 minutos, pero sin nada en juego.
Si el balcánico aguantó se debió gracias a la eficacia de su saque -ganó el 85% de los puntos jugados en su primera bola en el primer set y el 75% a lo largo del partido-, y su capacidad para dar el golpe mortal en el momento preciso.
Fritz, que debutaba en el Masters aprovechando la baja del N.1 Carlos Alcaraz, no cometió muchos errores, pero los que hizo fueron muy penalizados.
Así, en el primer set, después de un intercambio de juegos ganados, los dos jugadores llegaron al tie-break.
El serbio consiguió su primera bola de set con 6/5 y, al servicio de Fritz, se llevó la manga con un extraordinario golpe derecho ganador, antes de tomarse un descanso y salir de la cancha unos minutos.
Sin embargo, a su regreso, concedió inmediatamente un juego.
Entonces, Fritz sirvió con 5-4 para igualar el partido a un set cada uno. Pero un ataque con el revés cuando tenía toda la pista abierta para aterrizar se detuvo en la red y ofreció una bola de break a Djokovic, que no desaprovechó la oportunidad.
De nuevo, los dos jugadores llegaron al tie-break. Djokovic tenía un primer punto de partido en su turno, pero cometió una falta directa. Pero al final fue Fritz quien acabó inclinándose también con una falta directa.