“Mi primera reacción no fue buena. Pensé: ¿Qué estoy haciendo aquí, en este grupo?", aseguró entre risas este viernes el número siete del mundo en una entrevista con la ATP.
Y es que Rublev, de 25 años, participante por tercera vez en este torneo que pone el broche de oro a la temporada y que se celebra por segunda vez en Turín (norte de Italia), es plenamente consciente de que para seguir adelante es imposible evitar a los mejores.
"No puedes escapar. Si quieres jugar contra los mejores e intentar ganarles, tienes que enfrentarte a ellos. Solo quiero disfrutar de mi momento y dar lo mejor de mí", puntualizó.
Campeón en Marsella, Dubai, Belgrado y Gijón durante la presente campaña, en la que ha estado peleando en las grandes reuniones y en la que su constancia y buen tenis le han hecho ganarse un hueco entre los mejores, se medirá en su estreno en la competición, el próximo martes, con su compatriota Medvedev, maestro en 2020.
"Contra Daniil, será una verdadera partida de ajedrez. Ni siquiera estoy mirando a mis otros partidos. Creo que los dos mostraremos un gran nivel que los espectadores disfrutarán", apuntó.
Su camino hacia las que serían sus primeras semifinales en el prestigioso encuentro de la élite del tenis continuará con un choque ante un Novak Djokovic que persigue la consecución de su sexto entorchado, ese que le igualaría con el suizo Roger Federer en lo más alto, convirtiéndole en el maestro de maestros junto al de Basilea.
El tenista serbio coronó esta temporada Nur-Sultán, Tel Aviv, ATP Masters 1000 Roma y Wimbledon en un año marcado por la polémica con su negativa a la hora de vacunarse de la COVID-19, una decisión que le dejó fuera de dos grandes: el de Australia y el de Estados Unidos.
Por si fuera poco con estos dos enfrentamientos, Rublev tendrá que medirse también al heleno Tsitsipas, campeón de la edición de 2019 y, este año, en Mallorca y en el ATP Masters 1000 Montecarlo.
Rublev llega con el cartel de David, mientras que sus oponentes en el Grupo Rojo hacen lo propio con el de Goliat. Habrá que esperar hasta el viernes, una vez finalizada la fase de grupos, para ver si la historia sigue su curso natural y Rublev rubrica la gesta, o esta vez los Goliat no fallan en su objetivo.