Tiafoe, número 26 de la ATP, batió a Rublev (11º) por 7-6 (7/3), 7-6 (7/0) y 6-4 en medio del júbilo en la pista central de Flushing Meadows (Nueva York), la mayor del mundo.
Con un juego en estado de gracia, Tiafoe avanzó por primera vez a unas semifinales de Grand Slam, donde podría chocar con la otra figura del tenis español, Carlos Alcaraz.
“Esto es salvaje, es loco”, declaró Tiafoe tras hacer un pequeño baile para celebrar la victoria. Después de ganar a Nadal “era difícil pasar la página pero lo conseguí y ahora estoy en semifinales”.
Desde 2006, cuando Andy Roddick alcanzó la final y cayó ante Roger Federer, otros cuatro tenistas estadounidenses claudicaron en los cuartos de final, el último de ellos John Isner frente al argentino Juan Martín del Potro en 2018.
Tiafoe rompió esa barrera el miércoles con una exhibición de potencia y confianza como la del lunes, cuando provocó un terremoto en el torneo con su inapelable triunfo ante Nadal, el tenista con más Grand Slams de la historia (22).
Derribado el gigante, Tiafoe se ha lanzado por más mucho más en Flushing Meadows, donde Estados Unidos está ávido de encontrar una figura que compense el vacío por el adiós de Serena Williams.
“Me siento como en casa en esta pista, de alguna forma siempre encuentro la manera” de ganar, agradeció.
“Vamos a disfrutar. Quedan dos (victorias) más, chicos, dos más”, animó Tiafoe, que ahora quiere acabar con casi dos décadas de sequía estadounidense en Flushing Meadows desde el último título de Roddick en 2003.
“Estoy para cualquiera”
Frente al solvente Rublev, Tiafoe confirmó que a su privilegiado físico le ha sumado seguridad en los momentos decisivos, conformando un cóctel explosivo para sus rivales.
El estadounidense había vencido en sus cuatro ‘tiebreaks’ anteriores en el torneo y este miércoles se impuso en otros dos ante Rublev, que terminó desquiciado en el set final.
Con ventaja 5-6 en la primera manga, el temperamental tenista ruso vio cómo Tiafoe le neutralizaba una pelota de set con un atrevido golpe de derecha y luego se adelantaba en el primer ‘tiebreak’.
El segundo desempate fue toda una pesadilla para Rublev, que no logró sumar un solo punto bajo la euforia de los 23.000 aficionados de la pista central.
El ruso se desesperaba con gritos hacia su entrenador, el español Fernando Vicente, y rompió a llorar en el descanso.
A sus 24 años, Rublev suma 11 títulos de ATP pero sigue tropezando en los grandes escenarios, con dos derrotas en finales de Masters 1000 (Cincinnati y Montecarlo en 2021) y ninguna presencia en semifinales de Grand Slam.
Digiriendo ya su derrota, Rublev encajó otro quiebre en el tercer set y, después de golpear su raqueta con el puño de pura frustración, acabó felicitando en la red a Tiafoe en plena fiesta en las gradas, donde celebraban amigos como la estrella de la NBA Bradley Beal (Wizards).
El rival del estadounidense en las semifinales del viernes saldrá del último cruce de cuartos del miércoles entre los jóvenes Carlos Alcaraz, cuarto del ranking mundial, y el italiano Jannik Sinner, decimotercero.
“Estoy aquí para cualquiera de los dos”, avisó un crecido Tiafoe.