En menos de dos horas (1h48), Medvedev superó a Kecmanovic por 6-2, 6-4 y 6-2, sin haber cedido una sola vez su servicio.
El N.2 del mundo, cuartofinalista el año pasado en París, buscará igualar al menos este resultado contra el vencedor del duelo que disputarán este sábado el francés Gilles Simon (N.158) y el croata Marin Cilic (N.23).
Llegado a París sin haber apenas competido en tierra, después de una operación de hernia hace dos meses que solo le permitió regresar hace diez días en Ginebra, donde perdió en primera ronda, dio una lección de juego al serbio de 22 años, llamado en su país a tomar el relevo de Novak Djokovic.
“En tierra es inhabitual (no perder el servicio), incluso para Rafa (Nadal)”, bromeó tras el partido el ruso, quien parece haber dejado atrás los fantasmas de París, un torneo en el que en sus cuatro primeras participaciones nunca había superado la primera ronda.
“Era duro ver que todo el mundo se preguntaba cómo era posible ser número dos mundial sin pasar la primera ronda aquí”, admitió el ganador del US Open el año pasado y finalista en febrero en Australia, en el primer Grand Slam del año, que llegó a ser N.1 durante tres semanas en abril.