Roger Federer no disputaba un partido del circuito desde el 11 de marzo, cuando cayó en los cuartos de final del Torneo Doha (250). El suizo retornó a la competición a unos quince días del Roland Garros y en el primer partido en el ATP de Ginebra, perdió 6-4, 4-6 y 6-4 contra Pablo Andújar. Por su parte, el exnúmero uno volvió a jugar en la tierra batida dos años después de las semifinales contra Rafael Nadal en el Grand Slam parisino de 2019.
Andújar, fiel al estilo, fue consistente desde el fondo de la pista y un muro para Federer, quien evidenció la falta de ritmo y en ocasiones dio muestras de cierta lentitud. Según avanzó la primera manga, el español estuvo cómodo en el partido y, por el contrario, el suizo no tuvo fineza al saque, ya que únicamente registró un cuarenta por ciento de los primeros servicios frente al 72 % del rival, que fue además muy resolutivo al saque sin dar ninguna opción.
La segunda manga comenzó con una versión más dinámica y agresiva de Federer, sobre todo al resto, con la que consiguió romper el segundo servicio de Andújar y establecer el 2-1 a favor. El suizo subió la intensidad y el revés empezó a funcionar frente a un adversario que dio batalla, pero no evitó que el segundo set terminara 6-4 para el de Basilea. En el tercero, Roger fue de más a menos, mientras que Pablo, con síntomas de cansancio, estuvo desacertado.
El tramo final cambió radicalmente, ya que Andújar rompió en dos ocasiones el saque a Federer para cerrar la tercera manga con un 6-4. El español consiguió la quinta victoria ante un top diez: La última fue ante David Ferrer en las semifinales de Barcelona en 2015.