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Entre 500 y 600 tenistas y otras personas acreditadas en Melbourne para el Abierto de Australia (desde el 8 de febrero) fueron aislados y, pasaron por un test este miércoles, después de que un trabajador de uno de los hoteles en los que están alojados los participantes diera positivo al coronavirus, anunciaron las autoridades del estado de Victoria.
El primer ministro, Daniel Andrews, explicó que no espera que este hecho tenga un impacto en el programa del primer Grand Slam de 2021, que empieza el lunes. “Podría tener un impacto mañana en los torneos previos que se están jugando, pero en este momento no veo impacto en el Open de Australia propiamente dicho”, informó el magistrado a los medios locales.