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Siete años después de las finales del US Open entre ambas, Victoria Azarenka y Serena Williams se volvieron a jugar en la pista Arthur Ashe para otro memorable duelo, esta vez sin que la estadounidense tuviera el apoyo de la apasionada afición del Flushing Meadows. La bielorrusa, que vuelve a una final después de aquellas derrotas contra la americana en 2012 y 2013, fue capaz de remontar un set en contra y vencer a la anfitriona por 1-6, 6-3 y 6-3 en una hora y 55 minutos de batalla. “¿Siete años? Bueno, siete es mi número favorito así que supongo que estaba destinado a ser así”, señaló la exnúmero mundial.
Al inicio del tercer set, Williams fue atendida luego de torcer el tobillo izquierdo. Tras el vendaje, la volvió a la pista, pero pareció resentir del golpe durante el resto del partido. La americana arrancó con una enorme fuerza la semifinal y llevó con facilidad el primer set. Pero Azarenka no bajó completamente la guardia y comenzó a romper el servicio del rival y lograr ventajas que iban cargando con presión a Serena, quien terminó sin fuerzas para llegar a su tercera final consecutiva en Estados Unidos y la undécima de su carrera.
Azarenka, a sus 31 años, vive espectacular renacimiento deportivo posterior a la maternidad, a la que atribuye una nueva actitud que permite a la jugadora disfrutar por primera vez del tenis profesional. “Espero poder inspirar a mujeres a ir tras sus sueños”, mencionó “Pero no te puedes identificar como solo una cosa. Ser madre es lo más importante para mí pero también soy una luchadora en la pista y voy a por mis propios sueños”, agregó la bielorrusa, que medirá el sábado a la japonesa Naomi Osaka en la definición del título.
Ganadora de dos Majors (Abierto de Australia 2012 y 2013), Azarenka paró la carrera para dar a luz en 2016 y una disputa posterior por la custodia del pequeño Leo, que mantuvieron a la europea fuera del circuito más tiempo de lo previsto. Desde que llegó a Nueva York, sin embargo, está intratable e invicta en 11 partidos entre el torneo Premier de Cincinnati y el US Open. Ahora, la adversaria será Osaka, a quien debía enfrentar en Cincinnati, pero una lesión de la asiática impidió el choque. “Estoy muy emocionada de jugar contra ella ella. Juega de forma increíble, es superpoderosa”, culminó Victoria.