“Cuelgo las botas, es el final de mis días de rugby”, anunció. “La final de la Copa del Mundo fue mi último partido. Me he tomado un tiempo para estar seguro de tomar la buena decisión”, añadió McCaw en una rueda de prensa ofrecida en la sede de la Federación de Nueva Zelanda de Rugby.
El acto comenzó con un minuto de silencio de homenaje a otro legendario All Black, Jonah Lomu, que murió repentinamente el miércoles a los 40 años. Fueron compañeros en la selección en los inicios de McCaw. El gran capitán se va desde lo más alto, después de haber levantado su segundo Mundial consecutivo (antes 2011) como capitán de Nueva Zelanda, el 31 de octubre frente a Australia en Twickenham (34-17).
“Ese último partido, tenerlo como último recuerdo en el campo, es muy satisfactorio”, añadió sobre la final. “La otra cosa de la que estoy muy orgulloso es de haber jugado mi mejor rugby en las últimas semanas. Finalizar de esta forma es algo muy bonito”, continuó.
Elegido tres veces mejor jugador del mundo (2006, 2009 y 2010), récord que comparte con su compatriota Dan Carter, McCaw se retira con un espectacular palmarés logrado en los 14 años casi exactos en los que jugó como All Black desde que debutó el 17 de noviembre de 2001 frente a Irlanda en Dublín (victoria 40-29).
Récord mundial de partidos internacionales (148), capitán en 111 de ellos (también récord), ganó diez veces el Torneo de las Tres Naciones (luego Cuatro Naciones). Con la camiseta de Nueva Zelanda ganó el 88,5% de los partidos que jugó.
Con la franquicia de los Canterbury Crusaders logró cuatro veces el Super Rugby, campeonato de provincias del hemisferio sur. Tercera línea con un físico normal y a priori ningún talento particular, Richie McCaw se convirtió gracias a su trabajo y una mentalidad de acero en el capitán más grande de la historia de los All Blacks. McCaw, un entusiasta de la aviación, señaló que ahora le gustaría trabajar como piloto comercial de helicópteros. “Soy un gran apasionado, nunca voy a poder sustituir la emoción de correr delante de 80.000 personas, pero no está muy lejos de esto”, dijo.
El seleccionador de los All Blacks Steve Hansen recordó la mala impresión que le causó el gran capitán cuando le conoció de adolescente. “No podía atrapar el balón, no podía pasar, no podía correr...”, recordó del jugador del que dijo entonces que tenía “cuatro pies”, por su escasa habilidad con las manos. Luego se puso serio para elogiar al líder de su equipo campeón: “Tenía que elegir un momento y no lo podía haber hecho mejor. Está en la cima y ha tomado su propia decisión, estaremos siempre agradecidos de lo que ha hecho por los All Blacks”.