Phelps quiere agrandar su leyenda en Rio

Michael Phelps escribió otro fragmento de su historia al clasificarse para su quinto Juegos Olímpicos, pero ahora la superestrella de la natación tiene sólo semanas para encontrar la velocidad que le permita hacer una despedida dorada en Río 2016.

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“Vine a estos ensayos queriendo hacer mi quinto equipo olímpico, y lo logré”, dijo Phelps, que será el primer hombre de Estados Unidos en nadar en cinco Juegos Olímpicos.

Sin embargo, formar parte del equipo es sólo la primera parte del trabajo para el hombre cuyo récord de 22 medallas olímpicas incluyen una impresionante colección de 18 de oro.

“Sé que si quiero estar en cualquier lugar en el podio, algunos de esos tiempos van a tener que ser mucho más rápidos”, dijo Phelps, que ganó los 100 y 200 metros mariposa y 200 metros combinado individual en las clasificatorias de Omaha.

Empero, no se le vio en la forma óptima que mostró en los campeonatos de Estados Unidos en San Antonio (Texas) el pasado agosto, cuando logró cronos superiores en esos mismos tres eventos.

“Claro que es frustrante no poder hacer el mismo tiempo o más rápido que lo que hice el año pasado, sobre todo porque creo que estoy en mejor forma que el año pasado”, dijo Phelps. “Pero creo que puedo hacerlo (en Río)”.

Los “trials” fueron una experiencia emocional para Phelps, porque fueron su última reunión en una piscina de Estados Unidos y tuvo a su primer hijo de dos meses de edad, Boomer, en las gradas junto su prometida, Nicole Johnson.

Phelps llegará a Río persiguiendo a nadadores mejor clasificados del mundo en cada uno de sus eventos individuales, como el japonés Kosuke Hagino en los 200m combinados y el húngaro Laszlo Cseh en los 100 y 200 metros mariposa.

Pero el estadounidense no desiste de luchar por su cuarto oro olímpico consecutivos, tanto en los 200 metros mariposa como en los 100 metros medley.

Los únicos olímpicos en ganar cuatro títulos consecutivos en la misma prueba individual son Al Oerter en lanzamiento del disco (1956-1968) y el legendario Carl Lewis en el salto de longitud (1984-1996).

A los 31 años de edad, todavía cuenta con una capacidad extraordinaria para conseguir que su mano toque primero la pared final de la carrera, como hizo desde el carril siete cuando superó en la meta a Tom Shields en los 100 metros mariposa en Omaha y una vez más, ante su viejo enemigo Ryan Lochte para ganar los 200 metros estilos.

“Todo es cuestión de quién tiene las manos mágicas ese día, y él las ha tenido un montón de veces”, dijo Shields.

Phelps mostró que aún debe limar ciertos detalles técnicos antes de Río, como giros pobres y el remate de las carreras.

Pero tiene suma confianza en la capacidad de su entrenador de siempre, Bob Bowman, para que éste le ponga a punto previo a la competición de natación que se inicia en Río el 6 de agosto.

“Si no lo hace, le despido”, bromeó Phelps.

“Tenemos un par de semanas”, dijo, y añadió que ahora volverá a su casa en Arizona antes de irse al campamento de entrenamiento (11 y 12 de julio) del equipo de Estados Unidos en San Antonio, y una parada final en Atlanta, desde donde partirá hacia Brasil.

“Estoy seguro de que él (Bowman) llegará con algún tipo de plan para mejorar los tiempos”, dijo Phelps. “Estoy deseando que así sea, porque quiero nadar más rápido antes de poner fin a mi carrera.

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