Phelps, primeras páginas de un nuevo capítulo

Michael Phelps se despertó temprano el domingo junto a su prometida Nicole. Antes de comenzar su primer día retirado de la natación, echó un vistazo a las seis medallas olímpicas que conquistó en Río de Janeiro, que marcan el fin de una era.

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En medio de la noche, después de cerrar su carrera con un oro en los 4x100 combinados, despertó a Boomer, su hijo de tres meses, para abrazarlo... Y también le tuvo que cambiar el pañal.

Un cuarto de siglo de metros y metros nadados, de récords, títulos mundiales y nada más y nada menos que 28 medallas olímpicas, algo que sólo él tiene por ahora. Y todo terminó en Río de Janeiro y esta vez definitivamente. “Sé que ya lo dije antes, pero esta vez sí fue la última vez que me vieron compitiendo en el agua”, aseguró, sin dejar ningún lugar para la duda.

Fueron unos Juegos emotivos. Phelps no lloró tanto en Londres, donde supuestamente también se retiraba. En Río, en cada podio, y después en su último calentamiento con su entrenador desde los 11 años, Bob Bowman. “Me trajo hasta este punto, por eso fue tan especial, es como un padre y me ayudó a superar los peores momentos de mi vida”, expresó luchando para retener las lágrimas.

Esa última noche entrenando juntos, Bowman caminó a su lado cada uno de los 50 metros de las piscinas que nadaba, como quien no quiere perder ni un sólo detalle. “En cada respiración lo veía, a veces hasta sonreía”, contó.

Fue diferente aquella “última” noche del retiro en Londres, a la actual.

Hace cuatro años, sin entrar en detalles, Phelps recordó que no durmió mucho entonces. Esta vez pasó la noche con su familia. “Creo que después del relevo de anoche estaba más emocionado que en Londres, porque significó algo; no quiero decir que Londres no significó nada, pero era así como quería terminar (...) Por eso las emociones me tomaron, desde el momento del calentamiento hasta esta mañana, 6h, 5h30, cuando Nicole y yo estábamos repasando las 30 medallas”, contó.

Después del retiro en Londres, Phelps aumentó de peso, no salía de una fiesta... Y en esa vida, terminó preso por manejar ebrio en septiembre de 2014. Entendió que era hora de cambiar, dejar atrás a los “amigos” tóxicos y comprometerse con su familia. Y en esa transición tenía que estar la natación.

“Me desperté hoy y me sentí aliviado, feliz de como terminó mi carrera. No podía sentir eso en Londres, quería ver atrás y estar orgulloso. Trabajé estos dos años para terminar de la forma que quería. Estoy feliz que lo hice”, indicó. Y en el tiempo que tendrá ahora se dedicará a trabajar más a su fundación que impulsa la natación en chicos —"quiero darles el chance de nadar con seguridad”, indicó— hasta ayudar como asistente de Bowman están entre sus planes. “En eso último necesitaré tener la paciencia que no tengo, creo”, bromeó. Y mantuvo su apuesta en que “el deporte crezca” y “cambien” cosas en relación a los múltiples casos de dopaje.

Los Phelps se instalarán por un par de años en Arizona y no en el Baltimore natal del ’tiburón’... “Pero quiero volver”, advirtió, este nadador, que seguirá nadando por lo menos dos veces por semana para cuidar su peso.

Tras una relación complicada con su padre, Phelps sostiene que “no quiere perder nada” del proceso de crecimiento de Boomer. “Crece tan rápido, le cambié el pañal anoche y se me salió una lágrima al verlo sonreír, tiene tanto tiempo que no ve, que es emocionante verlo reírse (...) Quiero verlo crecer, poder jugar béisbol con él en el patio, llevarlo a un deporte, a algo que tenga que ver con música... Un pestañeo y está listo, creció”, indicó.

Y las seis medallas que se lleva de Río irán a su “lugar secreto” que sólo pocos conocen. “No las veo tanto con tanta frecuencia. Esta mañana cuando me desperté vi todas las de estos Juegos, sólo las veía, creo que eso es algo que no había hecho en el pasado. Debe ser divertido ver las 28 juntas, eso es seguro”, expresó. Entre esas que se lleva en la maleta está la de la que consideró fue su carrera más especial: los 200m mariposa, un título que había perdido en Londres.

El deportista más laureado se despide. ¿Cuánto pasará para que alguien rompa todos sus múltiples récords? “Me encantaría que alguien lo hiciera, nos encanta ver que se rompan récords... Si pasa, pasa”, expresó. Aunque en el fondo no parecía muy convencido de que pasará en el corto plazo.

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