Una vez más, las rampas de Neila fueron determinantes para el resultado final y el colombiano cumplió a la perfección su papel de gran favorito para la victoria y, con una exhibición de fuerza en el último kilómetro, entró en línea de meta con 23 segundos de ventaja sobre el español David Arroyo (Caja Rural).
El podio final de la etapa se completó con la presencia del corredor italiano del Canondale Ivan Basso, que tampoco aguantó el ataque del colombiano y se tuvo que conformar con la cuarta plaza de la general, en favor de su compatriota Vincenzo Nibali.
La etapa, de 170 kilómetros entre el paraje de Comunero de Revenga y las Lagunas de Neila, se antojaba decisiva desde el primer momento debido a la presencia de hasta siete puertos de montaña, uno de tercera categoría, cuatro de segunda, uno de primera y una última subida de categoría especial.
A pesar de la dureza del recorrido, el pelotón comenzó rodando muy fuerte, haciendo más de 46 kilómetros en la primera hora de carrera.
De esta forma, los continuos demarrajes e intentos de escapada fueron neutralizados por los hombres del FDJ, equipo de Anthony Roux, líder temporal de la ronda burgalesa.
Hasta el kilómetro 50 no se consolidó la fuga de la jornada, formada por los corredores Amets Txurruka (Caja Rural), Robinson Chalapud (Colombia), Ben Gastauer (AG2R), Francesco Failli (Vini Fantini) e Igor Merino (Euskadi).
La aventura de estos cinco corredores aguantó hasta que los hombres del Movistar, que ya habían tomado el mando del pelotón, dijeron basta.
En el primer paso por el alto de Rozamientos, el equipo de Quintana impuso un ritmo demoledor y además de dar caza a los cinco fugados, hizo una selección de apenas 17 hombres a poco más de 20 kilómetros de meta.
El hasta entonces líder empezó a ceder ante el empuje del grupo de los favoritos, entre los que estaban Quintana, Nibali, Basso, Samuel Sánchez, Mikel Landa y David Arroyo.
Tras aguantar un ritmo demoledor por parte de los hombres del Movistar, Nibali jugó su baza y terminó de romper el grupo, llevándose consigo a Quintana, Basso y David Arroyo a 5 kilómetros de meta.
El desgaste del corredor italiano, siempre tirando del grupo, le pasó factura en las últimas rampas y Arroyo probó la fortaleza de los tres grandes favoritos en dos ocasiones sin premio.
Ya en el último kilómetro, Quintana dejó claro que es uno de los corredores con mejor forma del pelotón internacional, al hacer una última arrancada y dejar atrás a sus rivales con un gran golpe de pedal.
Al final, las diferencias con Arroyo, que también consiguió dejar atrás a Iván Basso en los últimos metros, fue de 23 segundos, que le valieron a Quintana para proclamarse campeón de la Vuelta a Burgos y empezar su preparación para el Mundial.