“Podemos esperar varios centenares de casos, a priori, ya que ha habido un millar de infracciones en el informe McLaren. Puedo esperar 100, 200 o más litigios ante el TAS”, declaró Matthieu Reeb, en un punto de prensa en Ginebra.
Según el informe final de Richard McLaren, desvelado el viernes en Londres, “fuertes pruebas de un dopaje institucionalizado entre 2011 y 2015” en más de 1.000 deportistas rusos en más de 30 deportes, fueron descubiertos.
El informe pedido por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) habla de “una conspiración institucional puesta en marcha para los deportes de invierno y de verano con la participación del ministerio de Deportes y de servicios como la agencia rusa antidopaje (Rusada) (...), el laboratorio antidopaje de Moscú, junto al FSB (servicios secretos), para manipular los controles antidopaje”.
Sobre el proceso, Reeb explicó que la AMA “informará a cada federación internacional concernida que deberá iniciar procesos disciplinarios para probar la culpabilidad de los atletas”, quienes una vez sancionados, podrán apelar al TAS. “Algunos atletas, imagino, no van a insistir, pero otros lo harán con seguridad”, añadió Reeb, que añadió que “actualmente, el efectivo del TAS es suficiente para absorber una buena cantidad de casos que podrán ser reagrupados, ya que a menudo son similares”.
El TAS, que ve el número de casos que le llegan “aumentar constantemente”, va a “batir un nuevo récord en 2016, superando los 600 casos tratados, frente a 503 en 2015”. Por primera vez, el TAS, que tiene su sede en Lausana, había creado este año en los Juegos Olímpicos de Rio una cámara antidopaje que juzgaba en primera instancia y que sustituía a la comisión disciplinaria del COI.
Esta cámara encargada de decidir sobre los problemas de dopaje “urgentes ocurridos durante los Juegos” tuvo que actuar en ocho casos durante los Juegos y cinco después, precisó Reeb. “Esta cámara podría hacerse permanente” y será “probablemente instalada” en los Juegos de Invierno de Pyeongchang 2018, añadió Reeb.