En declaraciones a la BBC este lunes McIlroy dijo que está “supervisando” la situación. “Habrá un punto en el próximo par de años en los que nosotros (McIlroy y su novia, Erica Stoll) vamos a tener que pensar en formar una familia. En este momento estoy listo para ir, pero no quiero que nada afecte a eso”, agregó.
Cuestionado por si esta respuesta podía significar su renuncia a la prueba de golf en Río, deporte que regresa a los Juegos Olímpicos desde 1904 y cuya prueba masculina tendrá lugar entre el 11 y el 14 de agosto, McIlroy matizó que ahora mismo sí acudiría y que se encuentra “deseando que llegue”.
“A medida que se acercan los Juegos, estoy saboreando la idea de ir allí y competir por el oro. Pero he estado leyendo un montón de informes sobre el Zika y ha habido algunos artículos que salen comentando que podría ser peor de lo que se dice. Tengo que analizar esa situación”, resaltó.
“De hecho, voy a inyectarme las vacunas para el miércoles. Por lo menos, voy a estar vacunado para lo que sea... por si allí me pica un mosquito”, añadió.
El pasado martes la Organización Mundial de la Salud (OMS) compartió la preocupación de los atletas y aficionados ante la posibilidad de contraer el virus del Zika durante su estancia en Río de Janeiro, pero advirtiendo que la decisión de acudir o no, debe ser “individual”.
“Comparto la preocupación de los atletas, pero la decisión sobre participar o no, debe ser individual”, afirmó entonces en rueda de prensa la directora general de la OMS, Margaret Chan.