La chilena Dominique Ohaco, de apenas 18 años, fue la mejor latinoamericana en Sochi-2014, con su decimotercer puesto en slopestyle, una especialidad de esquí artístico o freestyle.
Ohaco, que había estado séptima en el ránking mundial de su especialidad, pero que llegaba a los Juegos como decimonovena, tendrá 22 años y mucha más experiencia en 2018.
“Una medalla es el gran objetivo, pero creemos que estos resultados y la juventud nos van a servir para motivar a patrocinadores y al gobierno para que nos ayude en los proyectos que tenemos que presentar”, dijo Hermógenes Guerrero, jefe de misión chileno, que piensa que Ohaco puede destacar en 2018.
Por su parte, la argentina Salomé Báncora lanzó un aviso en Sochi de que se cuente con ella para los próximos Juegos Olímpicos en la ciudad surcoreana de Pyeongchang. Con apenas 20 años, fue la mejor argentina en eslalon en Rusia, con su puesto 25, y su futuro parece prometedor.
Báncora fue la tercera de edad juvenil en el eslalon de Sochi-2014 y sigue compitiendo en categoría junior.
“Estoy muy motivada, con ganas de seguir. De acá me voy al Mundial junior que es en Eslovaquia, mi último Mundial junior. Si las cosas se dan bien podemos hacer también un gran desempeño en el Mundial junior. Y después hasta los Juegos de Corea y a lo que sigue. No paro”, advirtió.
La otra gran opción para dentro de cuatro años parece la paraguaya Julia Marino, de 21 años, que aunque que solo pudo ser 17ª en slopestyle de esquí artístico, llegará mucho más curtida a Pyeongchang.
La joven, nacida en el Chaco pero criada en Estados Unidos al ser adoptada cuando tenía seis meses, ocupa el puesto doce en el ránking mundial.
“Espero estar en Corea del Sur en los Juegos Olímpicos de 2018. Mi intención es defender otra vez a Paraguay. Absolutamente. Con 100% de seguridad. Esa es mi meta”, explicó.
“Por supuesto, mi sueño es subir al podio de los Juegos, pero creo que es un sueño de cualquier atleta de cualquier país”, indicó.
En la historia de los Juegos de Invierno, Latinoamérica nunca pudo alcanzar una medalla o un diploma olímpico, que solo se otorga a los ocho primeros.
La brasileña Isabel Clark, que en Turín-2006 logró un noveno puesto en snowboardcross, tiene el mejor resultado de un deportista latinoamericano en la historia de los Juegos de Invierno y fue la que más se acercó a ese diploma que reciben los clasificados del cuarto al octavo puesto.
Vea el video completo de la ceremonia de Clausura de Sochi 2014