Los desvíos deslucen legado olímpico de Río

Apenas cuatro meses después de que Río de Janeiro deslumbrara al mundo con los primeros Juegos Olímpicos de Sudamérica, los cariocas recelan de un legado que estaba llamado a cambiar la vida de una ciudad sumida en problemas económicos y de seguridad.

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Cuando faltaban solo cien días para el comienzo de los Juegos Olímpicos Río 2016, el alcalde de esta ciudad brasileña, Eduardo Paes, destacaba la importancia de un proyecto sin “elefantes blancos” y el poder transformador que tendrían los Juegos en la ciudad.

Ahora, casi 120 días después de la ceremonia de clausura, los habitantes de Río temen que la falta de dinero y que el cambio de gobierno municipal en enero dejen un reguero de proyectos inacabados o abandonados por todo el municipio.

“Tengo miedo de que todo se pierda en el futuro. Que debido a nuestra política, que es totalmente inestable, se pierda. Ese es mi miedo. Que el legado no llegue a ser concluido”, confesó a Efe Elismar, un joven profesor de educación física carioca.

No cabe duda de que proyectos del llamado legado olímpico como la rehabilitación del llamado Puerto Maravilla, con el flamante Museo del Mañana a pleno rendimiento, y la recuperación de sus muelles para la celebración de eventos culturales han conseguido darle una nueva vida a esta céntrica zona que hace unos meses parecía dejada de la mano de dios.

“Esta zona específica, la región portuaria, estaba extremadamente abandonada. Pocas personas venían aquí, por miedo, porque estaba abandonada”, comentó a Efe Priscila, una joven carioca que trabaja como analista y que no dudó en alabar la rehabilitación de un área que hasta hace poco se plagaba de prostitutas y criminales al caer la noche.

El proyecto del tranvía eléctrico que estaba llamado a descongestionar el tráfico en el casco antiguo se antoja lento y poco eficiente y, por el momento, apenas pasa de ser poco más que una simple atracción turística usada los fines de semana, cuando el ritmo de la ciudad es más pausado.

A título personal, Johny, que trabaja para el ayuntamiento, se mostró optimista en relación con el legado, si bien lamentó que el proyecto del tranvía “aún no está completo”, puesto que aún “faltan algunas vías por hacer”.

Sin embargo, más disgustos ha provocado a los ciudadanos de Río la construcción de la nueva línea del metro. El conocido como metro olímpico, que une la zona más turística de la urbe con el barrio que albergó el grueso de las competiciones deportivas, se ha convertido en el centro de sospechas de corrupción.

A finales de noviembre el Tribunal de Cuentas identificó desvíos por valor de unos 730 millones de dólares en la construcción de los 16 kilómetros de esta nueva línea.

Antes de que salieran a la luz estas sospechas, el exgobernador Sergio Cabral (2007-2014) ya había sido arrestado por su presunta participación en un esquema de desvío de fondos que movió unos 65 millones de dólares en sobornos a cambio de la adjudicación de otras obras realizadas en el estado.

Pero el exgobernador no es el único político al que la resaca olímpica le está dando serios dolores de cabeza.

Hace menos de un mes, la Justicia solicitó bloquear las cuentas bancarias del alcalde de Río, Eduardo Paes, acusado por la Fiscalía de mala praxis administrativa en la construcción del campo de golf olímpico.

“En Brasil estamos viviendo un drama político. Todo el tiempo con la corrupción, descubrimos a cada momento un nuevo problema. Y sabemos que en Río de Janeiro con los Juegos Olímpicos hubo problemas de corrupción de sobrecostes”, afirmó Priscila.

En opinión de Elismar, el proyecto olímpico fue concebido para beneficiar a las clases más favorecidas, que se concentran en los barrios más turísticos y en Barra de Tijuca, donde se construyó el Parque Olímpico, la Villa de los Atletas y, claro está, el campo de golf.

El futuro del Parque Olímpico se convirtió en una incertidumbre desde que el alcalde elegido de Río, Marcelo Crivella, anunció su intención de romper el contrato con la empresa que se adjudicó la explotación de sus instalaciones para los próximos 25 años.

La Villa de los Atletas, que tantos problemas dio por no haber sido concluida a tiempo, parece que volverá a llegar tarde a su próximo compromiso.

Aún bajo control del Comité Olímpico Internacional (COI), las obras aún a la vista en esta urbanización de lujo permiten prever que los primeros compradores podrán habitar sus viviendas en el primer trimestre del 2017 tal y como estaba planeado.

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