En un comunicado leído por la portavoz de los Pistorius frente a la mansión de Pretoria en la que ya vive el deportista, Anneliese Burger quiso dejar claro, en nombre de la familia, que la sentencia de Pistorius por el asesinato de la modelo Reeva Steenkamp “no se ha acortado” y es “una continuación” de la que empezó a cumplir en prisión hace casi un año.
Además, Burgess insistió en que Pistorius cumplirá estrictamente las condiciones que se le impongan, que quedaran claras en los próximos días y de las que dijo no poder hablar ahora.
Oscar Pistorius fue liberado anoche de la cárcel Kgosi Mampuru de Pretoria, donde estaba preso desde el 21 de octubre del año pasado por matar a tiros a su novia el 23 febrero de 2013 al confundirla con un ladrón. Instituciones Penitenciarias decidió el pasado jueves concederle el régimen de arresto domiciliario por buen comportamiento.
Según la ley sudafricana, los condenados por homicidio optan a la posibilidad de pagar por su crimen en arresto domiciliario una vez han cumplido una sexta parte de su pena. El corredor debía ser liberado a lo largo del día de hoy, pero, ante el revuelo mediático previsto por su salida, las autoridades decidieron excarcelarlo a última hora de la noche de ayer.
La atención de los periodistas se ha trasladado ahora de la cárcel a la imponente mansión del barrio de Waterkloof, propiedad de su tío Arnold, frente a la que decenas de reporteros y cámaras siguen esperando cualquier señal de la presencia de Pistorius en la casa.
El atleta podría volver a ingresar en la cárcel en breve si el Tribunal Supremo de Apelación de Bloemfontein acepta un recurso del fiscal del caso, Gerrie Nel, para revocar la condena por homicidio y conseguir que sea hallado culpable por asesinato.
Nel presentará la apelación ante el tribunal el próximo 3 de noviembre, aunque se espera que la decisión de los jueces tarde semanas en conocerse.
La jueza Thokozile Masipa condenó a Pistorius por homicidio al aceptar su versión de los hechos -según la cual disparó a Steenkamp preso del pánico, al confundirla con un intruso que pensaba que se había colado en su casa- y considerar no probado que tuviera intención de matar cuando disparó.