EE.UU. mantuvo su hegemonía en natación

PARÍS. Estados Unidos, sin Michael Phelps, siguió manteniendo su dominio mundial en la natación en 2013, como demostraron Missy Franklin y Katie Ledecky en el Mundial de Barcelona.

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Missy “el misil” Franklin, de 18 años, tras sus cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, brilló en Barcelona el pasado verano al colgarse seis oros en los 200m libres, 100m espalda, 200m espalda, relevos 4x100m libres, relevos 4x200m libres y relevos 4x100 estilos.

Cuatro oros consiguió también su joven compañera de 16 años, Katie Ledecky, en 400, 800 y 1.500m libres y en el relevo 4x200m y, de paso, acompañó su victoria en los 800m libres con un nuevo récord mundial de 8:13.86, al igual que en los 1.500m con una plusmarca mundial de 15:36.53.

“Estoy emocionadísima. He superado mis expectativas para el año. Mi idea al inicio eran tres medallas y un récord del mundo y tengo ya cuatro oros y dos récord del mundo, así que no puedo estar más feliz”, afirmó entonces Ledecky, que fue nombrada mejor nadadora del campeonato.

La estrella masculina, Ryan Lochte, no ha tenido que medirse este año a Phelps y logró hacerse con tres medallas de oro en Barcelona, con lo que ya lleva una quincena en mundiales desde 2005, tras imponerse con autoridad en las pruebas clasificatorias en su país.

Sin embargo, tiene claro que Phelps “pasará a la historia como el mejor nadador de todos los tiempos” y esta leyenda no descarta volver a la piscina de cara a los Juegos Olímpicos de Rio-2016.

“Si estoy dispuesto a volver (...) podría lograrlo, pero no estoy diciendo que voy a hacerlo”, afirmaba recientemente el ganador de 22 medallas olímpicas, 18 de ellas de oro.

El Mundial de Barcelona registró una lluvia de plusmarcas del mundo, entre ellas las de la lituana Ruta Meilutyte en los 100m braza con 1:04.35 y los 50m braza con 29.48.

Pero la nadadora todavía logró establecer una nueva plusmarca mundial en los 100 metros braza en octubre pasado, esta vez en piscina corta, rebajando el 1:02.70, que detentaba la estadounidense Rebecca Soni desde 2009 y dejarlo en 1:02.36 en la Copa del Mundo en Moscú.

En otra prueba de esa competición en Tokio en noviembre pasado, la rusa Yuliya Efimova marcó un nuevo récord del mundo de 50 metros braza en piscina, situándolo en 28.71 y rebajando el anterior de 28.80.

En piscina corta, el año que se va registró otros tres nuevos récord del mundo en 400m, 800m y 1.500m, obra de la española Mireia Belmonte, con unos registros respectivos de 3:54.52, 7.59:34 y 15:28.65.

En Barcelona volvió a lucir el chino Sun Yang al ganar los 400, 800 y 1.500m libres en un triplete histórico en un único campeonato, que sólo había logrado antes el australiana Grant Hackett en Montreal-2005.

Pero, el nadador, de 21 años, fue apartado de toda competición por un tiempo indefinido en noviembre, tras sufrir un accidente y trascender que conducía un coche sin permiso.

El año 2013 fue también el de la “oficialización” de los clavados de altura, una actividad entre el deporte y el espectáculo, que se incluyó por primera vez en unos mundiales de natación y que coronó al veterano clavadista colombiano Orlando Duque, que ya había ganado nueve veces las series mundiales de este deporte.

“Es un título muy especial para mí, porque no es el campeonato mundial sólo de este deporte, sino el campeonato mundial de la FINA (Federación Internacional de Natación), donde están representados todos los deportes acuáticos”, recordó entonces Duque, que también dio la primera medalla de oro en unos mundiales de natación a su país.

El año se despidió con la retirada de la alemana Britta Steffen, doble campeona olímpica de 50 y 100m libres en Pekín-2008 y actual plusmarquista mundial de ambas distancias, que estableció en Roma-2009.

“Pongo fin a mi carrera, consciente de ser de las mejores del mundo”, afirmó al retirarse a sus 29 años.

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