“El Comité Olímpico ruso está totalmente reintegrado en sus derechos como miembro del COI”, anunció Alexandre Jukov, tres días después del final de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang. “Hoy recibimos una carta del COI en la que se restablece nuestro estatus”, añadió, precisando que esta “reintegración está ligada a los exámenes antidopaje de los deportistas rusos que participaron en los Juegos Olímpicos”.
“En la carta está escrito que (...) todos los exámenes dieron negativo. Así que la decisión automática de nuestro restablecimiento entró en vigor”, prosiguió el dirigente deportivo.
La decisión de suspender al ROC, tomada el 5 de diciembre, establecía la posibilidad de levantar dicha suspensión el último día de los Juegos de Invierno, con el fin de permitir a los deportistas rusos desfilar bajo la bandera del país, pero el comité ejecutivo del COI rechazó esa posibilidad.
El COI permitió a 168 deportistas rusos considerados “limpios” competir en Corea del Sur bajo bandera olímpica. La delegación terminó en el 13º puesto del medallero, con dos oros. Un informe de la Agencia Mundial Antidopaje había destapado un vasto escándalo de dopaje institucionalizado en Rusia, especialmente durante los Juegos Olímpicos de Sochi-2014.
Dos casos de dopaje que afectaban a deportistas rusos fueron revelados durante los recientes Juegos Olímpicos; un jugador de curling que dio positivo por Meldonium y que perdió la medalla de bronce en la prueba mixta, y una participante en Bobsleigh a dos, que terminó duodécima.