“El diálogo está abierto con todas estas federaciones y es importante que tengamos éxito en el Mundial. No veo ninguna razón para que no sea el caso”, declaró Coe en el ’Sports Business Summit’, organizado en la capital de Emiratos Árabes Unidos, mientras la Copa de Asia de fútbol muestra las dificultades entre este país y su vecino Catar.
Desde junio de 2017, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto rompieron relaciones diplomáticas y económicas con Catar, acusado de apoyar movimientos extremistas y de acercarse al rival regional de Riad, Irán. “No voy a encadenar comentarios sobre estas conversaciones que han tenido lugar y continúan, pero tengo bastante confianza y soy optimista en la medida en la que todo el mundo reconozca que el deporte debe estar por delante”, añadió el británico.
El Mundial de atletismo, del 28 de septiembre al 6 de octubre, será un gran test para Catar a tres años del Mundial de fútbol. Para Coe, esta competición, junto al Mundial de sala que recibió Doha en 2010, constituye una oportunidad “de innovar para un deporte que busca nuevos mercados”.
El doble campeón olímpico de 62 años dijo estar “orgulloso y contento” de que el atletismo “innove” con el Mundial, a pesar de que una etapa de la Liga de Diamante, el circuito mayor de la IAAF, se organiza en Catar desde 1997.
“Si nuestro deporte quiere ser mundial, es muy importante que esto se traduzca en actos y no solo declaraciones en los congresos y en las conferencias”, subrayó Coe.
Con respecto a Rusia, cuya suspensión fue prolongada por la IAAF, el dirigente británico rechazó decir si el país, sancionado en 2015 por dopaje institucionalizado, será reintegrado a tiempo para el Mundial de Doha. El grupo de trabajo de la IAAF encargado del caso ruso deberá entregar su informe en el consejo de la IAAF, en marzo. “Hacemos interesantes progresos. Quedan todavía muchas preguntas en suspense que el grupo de trabajo debe tratar de aquí a nuestra próxima reunión del consejo”, añadió Coe.