Después de unos Juegos Olímpicos de 2016 decepcionantes (5ª en 50 metros y 6ª en 100 metros), cuando se presentaba en Rio como plusmarquista mundial de 100 m (52.06, superado ahora por los 51.71 de Sjöstrom), Campbell decidió tomarse un respiro en la temporada de 2017, ausentándose por lo tanto del Mundial en piscina larga de Budapest.
“Cuando volví al entrenamiento me dije varias veces: ’oh, Dios mío, va a ser difícil volver’”, reconoció la nadadora de 25 años, que se proclamó campeona del mundo de 100 m libre en 2013. “Pero el cuerpo tiene memoria y cortar un año es la mejor decisión que tomé. Vuelvo revitalizada”, afirmó.
Con un tiempo de 50 segundos y 25 centésimas, la australiana mejoró en 33 centésimas la plusmarca establecida por Sarah Sjöström (50.58) a mediados de agosto en Eindhoven (Holanda).
Cuatro meses después de haber sido operado del corazón para tratar una taquicardia, que le impidió estar en el Mundial de Budapest, el vigente campeón olímpico de 100 m libre, Kyle Chalmers (19 años), se impuso por su parte en esa distancia (47.72) en la categoría masculina.